Latinoamérica y el realismo mágico

El realismo surge a mediados del siglo XX de una forma un tanto diferente en Latinoamérica. A este se le denomina realismo mágico ya que el autor mezcla temas fantásticos con el mundo real, creando una delgada línea entre la mágia y la cotidianidad. Los temas principales son la diversidad de épocas, la esencia cultural mestiza, y lo prehispánico. Existen cuatro posturas de tiempo, el cronológico (las acciones siguen el curso normal del tiempo), la ruptura de planos temperamentales (regresiones y adelantos), el tiempo estático (el tiempo se detiene) y el tiempo invertido (es contradictorio, la noche se considera día y viceversa). Algunos de los autores y obras más destacadas de este movimiento son "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez, "El reino de este mundo" de Alejo Carpentier, "El hombre de maíz" de Miguel Ángel Asturias, "La casa de los espíritus" de Isabel Allende y "La fiesta del chivo" de Mario Vargas Llosa entre otros.

Representantes del realismo: Honoré de Balzac (Francia)

El realismo en sí, nace en Francia a manos de Jules Champfleury, quién fue el primer escritor en denominar su obra como realista. Su mayor representante es Honoré de Balzac.
Nació en Tours en 1799 y llegó a París 17 años más tarde. En 1829, se encuentra con un episodio de la Guerra de los Chuanes, y alrededor de ésta escribe su primera novela, "El último Chuan", la cual a pesar de no ser exitosa, provoca que se le preste atención a su autor. Años más tarde se convierte en el autor más prolífico de París. Se dice que su éxito se debió en gran parte a su disciplina de escribir quince hojas por día, completamente aislado. Su principal obra, "La Comedia Humana", consta de 137 novelas, de las cuales 50 quedarían incompletas. Sus otras obras importantes incluyen, "La Piel de zapa" (1831), "Louis Lambert" (1832), y "La Misa del ateo" (1836) entre otras.

Representantes del realismo: Benito Pérez Galdós (España)

Nació en Las Palmas de gran Canaria, España en 1843. Fue el décimo hijo de un coronel del ejército y de la hija de un antiguo secretario de la Inquisición. En 1852 ingresó al Colegio de San Agustín, donde aprendió acerca de las teorías darwinianas, las cuales tendrían una fuerte influencia en sus obras como "Doña Perfecta". Estudió derecho en Madrid, y posteriormente se interesó por la escritura y el krausismo, el cual tuvo una fuerte influencia en sus primeras obras. Viajó a Paris en 1867, donde conoció el trabajo de Balzac y Dickens. Su primera obra "La Fontana de Oro", fue escrita entre 1867 y 1868, seguida por La Sombra en 1870. En 1873 se publica su obra más importante "Episodios nacionales", la cual consiste en 46 episodios en cinco series de diez novelas cada una. Esta obra refleja la vida de los españoles en el siglo XIX y como se afectó el destino del país. En 1876 se publica "Doña Perfecta", la cual habla de la intolerancia ideológica y los problemas que surgen con las propuestas de nuevas ideas dentro de las sociedades cerradas. Durante sus últimos años, se consagró principalmente al teatro. Su estilo utlizaba el lenguaje del pueblo y llegó a crear obras completamente compuestas por diálogo, destacó también por su naturalidad y por hablar de forma directa y concreta. Murío en Madrid en 1920.